EDITORIAL
Apps, mHealth y telemedicina: beneficios, peligros, paradigmas y
nuevas fronteras en medicina
Apps, mHealth and telemedicine: benefits, dangers, paradigms and new frontiers in
medicine
Aland Bisso-Andrade1
1. Médico internista, Clínica Delgado. Past presidente de la SPMI
https://doi.org/10.36393/spmi.v32i3.473
El uso de la tecnología móvil en el campo la de
salud tiene el potencial de transformar las prestaciones de servicio de salud
en niveles insospechados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la denomina
'sanidad móvil' y la define como “la práctica de la medicina y la prestación de
servicios sanitarios mediante dispositivos móviles, como teléfonos móviles,
dispositivos de seguimiento de pacientes, asistentes digitales personales (PDA,
en sus siglas en inglés) y otros dispositivos inalámbricos''.1 La
abreviatura de 'salud móvil' es mHealth, un término
que se utiliza para referirse a la práctica de la medicina y a la salud pública
con el apoyo de dispositivos móviles.1
El servicio de salud, además de tener calidad,
debe ser oportuno. Los profesionales de la salud, así como todo aquel que
alguna vez requirió una atención médica, saben que la distancia, las limitantes
geográficas y la insuficiente oferta de centros médicos constituyen un factor
negativo que muchas veces ha generado serias complicaciones, incluso la muerte
en el paciente que no recibió una atención adecuada a tiempo. En este sentido,
la actual tecnología de las comunicaciones puede brindar herramientas valiosas
que facilitarían la conexión inmediata entre un paciente y un profesional de la
salud. En un pueblo alejado, puede faltar un médico, pero de seguro podemos encontrar
una computadora conectada a Internet y muchos teléfonos móviles. La expansión
de los llamados teléfonos inteligentes, así como la de las redes 3G y 4G, ha
impulsado la utilización de aplicaciones móviles (Apps) que ofrecen diversos
servicios de atención sanitaria. Además, la tecnología permite hoy en día que
los pacientes puedan conectarse a diversos dispositivos médicos, o sensores,
bajo forma de brazaletes o relojes, a fin de enviar valiosa información a
distancia, y en tiempo real, sobre sus funciones vitales, variables
bioquímicas, electrocardiográficas, entre otras. Así mismo, muchas Apps de mHealth brindan información sanitaria y orientación psicológica
y del estilo de vida, recordatorios de toma de medicación, consultas médicas en
línea y, en general, una innumerable serie de servicios destinados a cubrir
todas las necesidades de salud. Sin embargo, no todo lo tecnológico es bueno. A
la fecha, se considera la existencia de unos 325 000 Apps de salud disponibles,
principalmente, en las plataformas de Google Play Store y de Apple Play Store.
Los ámbitos con mayor desarrollo son conexión con el doctor (30 %), diabetes
(27 %), corazón y sistema circulatorio (24 %), adherencia a la medicación (24
%), hábitos saludables y fitness (22,5 %), eficiencia hospitalaria (19 %) y
salud mental (17 %). Solo en el año 2017 se calculó un número de 370 millones
de descargas.2,3 Por tanto, la información que se intercambia
responde a innumerables variables y es por demás heterogénea, de modo que no se
puede asegurar que las Apps confieran siempre un margen de error en niveles no
significativos. Principalmente, aquellas que envían información de datos
clínicos o los referidos a consultas médicas online, en la cual un profesional
de la salud al otro lado de la pantalla solo podrá escuchar y ver al paciente,
pero sin posibilidad de realizar una historia semiológica detallada y menos un
examen físico. En este caso, el riesgo de error para sacar conclusiones y
emitir una recomendación o prescripción médica acertada se incrementa. Sabemos
que la información y la comunicación en salud, desprovistas de los filtros
necesarios, sin la normativa adecuada y sueltas al libre albedrío, enarbolan un
peligro potencial de alcances insospechados. Es necesario que aspectos básicos,
como la seguridad, la confidencialidad, la autonomía y la calidad, estén
plenamente garantizados, por tanto, es necesario que los médicos y las
autoridades sanitarias de cada país tengan un rol activo a fin de garantizar
que todos los alcances de la telemedicina sean seguros y justos para toda la
población.4
Los desarrolladores de Apps saben que el
mercado de la salud es muy grande, de ahí que su notable incremento responde a
objetivos financieros claramente apetecibles. Esta situación ha determinado la
puesta en práctica de normativas y de la exigencia de certificación de
aplicaciones. En Estados Unidos, la Food and Drugs Administration (FDA) acaba
de actualizar su documento de 'Política para funciones de software de las
aplicaciones médicas móviles' a fin de dar los lineamientos de Apps, mHealth y telemedicina: beneficios, peligros, paradigmas y
nuevas fronteras en medicina las funciones, seguridad, limitaciones,
facturación, entre otras características, de todas las Apps relacionadas a la
salud.5
Según la FDA, si una aplicación móvil está
destinada a ser utilizada en la realización de una función de dispositivo
médico; es decir, si se utiliza para el diagnóstico de una enfermedad, o la
curación, mitigación, tratamiento o prevención de enfermedad, se considera un dispositivo
médico, independientemente de la plataforma en la que se ejecuta. Sobre la
salud móvil, la Comisión Europea publicó en 2014, en Bruselas, el Libro Verde
sobre Salud Móvil en la UE, donde se manifiestan que los sistemas sanitarios de
Europa se enfrentan a nuevos desafíos, tales como el envejecimiento de la
población y el aumento de la presión presupuestaria y que, en este contexto, la
sanidad móvil podría ser una de las herramientas para abordar estos retos y
contribuir al desarrollo de una atención sanitaria más centrada en el paciente
y apoyo al cambio hacia la prevención, al tiempo que se mejora la eficacia del
sistema.6 El documento establece algunas recomendaciones en torno a
la protección de datos, la transparencia de la información, el marco jurídico y
las responsabilidades derivadas en torno a la seguridad de las Apps. Además,
recomienda que los programas de certificación también puedan ser indicadores
fiables para los profesionales de la salud y el público usuario, ya que podrían
verificar si el App ofrece contenido veraz y tiene garantías respecto a la
seguridad de los datos de los usuarios.
En el Perú, la Ley Marco de Telesalud
(Ley N.° 30421) tiene el objeto de establecer los lineamientos generales para
la implementación y el desarrollo de la tecnología de la información y la
comunicación para el servicio de salud a distancia, principalmente a los
usuarios en áreas rurales o con limitada capacidad resolutiva. Esta Ley tiene
como ámbito tanto los servicios de salud públicos como privados, y establece
que el Ministerio de Salud, en su calidad de ente rector del sector Salud,
formula, planea, dirige, coordina, ejecuta, supervisa y evalúa la política
nacional y sectorial de telesalud.7
En agosto de 2019, en el Perú circuló por las
redes sociales un vídeo que le hacía propaganda a un App perteneciente a una
empresa de seguro privado en el cual se ofrecían consultas médicas a través de
un videochat. En apariencia, esta herramienta es para
que un paciente "pueda hacer una consulta sin salir de casa y sin que el
médico vaya a la suya…y todo desde tu celular", tal como lo anuncia el
médico que aparece en el vídeo. Es evidente que el objetivo fundamental del
seguro privado es financiero, no se necesita ser un experto para concluir que a
los seguros les conviene disminuir la carga de consultas médicas directas en
clínicas privadas a fin de ahorrarse el pago de honorarios médicos y otros
costos que la consulta pueda generar. Sin embargo, más allá de este aspecto,
más grave es el riesgo de salud que implica hacer una consulta médica no
presencial debido a que la falta de un examen clínico directo puede ocasionar
la ausencia de información valiosa y, en consecuencia, derivar en una
recomendación médica errónea. Un dolor abdominal consultado por un App podría
deberse a un abdomen agudo quirúrgico, una pancreatitis, incluso hasta una
neumonía basal o un infarto de miocardio, entidades que cuando son de
presentación atípica pueden ser banalizadas o pasar desapercibidas si la
consulta no incluye un buen examen físico. Hace muchos años que ya existe en
todo el mundo las Apps para hacer consultas en línea, pero los límites deben
estar normados y debidamente supervisados. De hecho, son útiles cuando se
utilizan para dar una orientación o consejo médico general, pero si son para
sacar conclusiones diagnósticas e, incluso, generar una receta farmacológica,
el delgado hilo de seguridad se podría romper y las consecuencias pueden ser
gravísimas. De otro lado, la adecuada relación médico-paciente se construye a
partir de la consulta directa, sea domiciliaria o en un consultorio. Una App no
lo puede reemplazar. Mis pacientes se sienten mejor cuando nos damos un apretón
de manos, conversamos en detalle y perciben que a través del tacto y mi
estetoscopio los examino con detenimiento. A través del vídeo de un celular no
es posible palpar un ganglio, ni siquiera usar un bajalenguas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Organización Mundial de la Salud, mHealth – New horizons for health through
mobile technologies, Global
Observatory for eHealth series 2011; volumen 3; p.6. URL: https://www.who.int/goe/publications/goe_ mhealth_web.pdf (Visto el
3-10-2019)
2. Fundación Isys.
Informe anual sobre el mercado de Apps de salud de Research2Guidance. URL
disponible en: https://www.fundacionisys.
org/es/blogs/mhealth/312-informe-anual-sobre-el-mercado-de-apps-de-
salud-de-research2guidance (Visto el 3-10-2019)
3. mHealth Economics
2017. Current status and future
trends in mobile health. URL disponible en:
https://research2guidance.com/product/
mhealth-economics-2017-current-status-and-future-trends-in-mobile- health/ (Visto el 03-10-2019)
4. Sim I. Mobile devices
and health. New Eng J Med. 2019;381(10):956-968.
5. US. Food
and Drugs Administration. Policy for device
software functions and mobile
medical applications. Document
issued on September 27, 2019. URL disponible en:
file:///C:/Users/DELUCONSULT419/ Downloads/FDA%20telemedicina.pdf
(Visto el 03-10-2019)
6. Libro Verde sobre Sanidad Móvil.
Comisión Europea. Bruselas 10.04.2014(COM2014)219Final. URL disponible en:
https://ec.europa. eu/transparency/regdoc/rep/1/2014/ES/1-2014-219-ES-F1-1.Pdf (Visto el 04-10-2019)
7. Ley Marco de Telesalud
(Ley N.° 30421). Publicada en El Peruano, el sábado 2 de abril de 2016.
Citación:
Bisso-Andrade A. Apps, mHealth
y telemedicina: beneficios, peligros, paradigmas y nuevas fronteras en
medicina. Rev Soc Peru Med Interna.
2019;32(3):87-88.
https://doi.org/10.36393/spmi.v32i3.473