Corruption in the health sector: Who does it affect?
Jesús Lorenzo Chirinos-Cáceres 1
Chirinos-Cáceres, JL. La
corrupción en el sector salud: ¿A quién afecta?. Rev Soc Peru
Med Interna. 2019;32(4):
125-126 .
https://doi.org/10.36393/spmi.v32i4.489
En la conferencia de la Dra. Patricia García
“La corrupción en la salud global: el secreto a voces” se
hace un recuento de la corrupción en diferentes procesos
de la salud pública sectorial en las poblaciones a nivel mundial,
señalada como salud global,
en un comparativo con otras
zonas del mundo (1).
Los sistemas de salud, como todo sistema,
tienen procesos en los cuales hay vacíos legales
que permiten procedimien- tos y actos de corrupción. De allí que la Dra. García indique que “está incrustada en los sistemas
de salud”,
dicho esto de manera
general y global,
indicando, además, “…que ha podido ver la falta de honradez y el fraude”(2).
Es notorio que, en algunos cursos de gerencia impartidos en el mundo, al mencionar valores no se señalen la ética, la honestidad y honradez, lo cual lleva
a acciones que pueden estar carentes
de estos valores
al no ser explícitos, o dejarlos de lado por la presión política o monetaria de los corruptores, lo que socava
la moral de las personas
inmer- sas en el sistema o proceso y se mantiene
en secreto al saber que se hace algo malo para los usuarios
del sistema de salud que son, por lo general, pobres o trabajadores que pagan por el sistema
pero se sabe qué ocurre
y se
demuestra con gran dificultad (3).
En mi opinión, no solo debemos
involucrar investigadores científicos de la mano con los encargados de la ley sino tambén evaluadores y auditores
al ser el tema sumamen- te complejo.
Eso de “caiga quien caiga” es solo un decir. Hasta el momento, en la lucha anticorrupción, aquí solo han caído los que tienen menos posibilidades de eludir su responsabilidad.
Si bien estoy de acuerdo con la universalización de la cobertura en salud, debemos recordar que la salud es un derecho
costoso y que tiene una retribuciones directas
e indirectas, tangibles y no tangibles;
por lo tanto, es plausible de financiamiento importante y que nos lleva a una alta probabilidad de corrupción en sus diferentes aristas, a nivel macro y micro, lo cual debería
discutirse de manera ética, transparente y honesta sobre
corrupción en diversos
planos y foros; y, tomar
conciencia que la corrupción en cualquier escala, pequeña
o grande está afectando principalmente a los más pobres y extremadamente pobres y eso debe tener una prevención y sanciones prontas
y justas.
De acuerdo a la disertación de la Dra. García, ya conocemos la magnitud del problema, cómo comenzó y qué ocurre ahora; sin embargo, la situación
es más compleja si tenemos que pensar a nivel macro con las grandes
licitaciones y a nivel micro en cada establecimiento sobre el manejo de insumos
como el petróleo, el oxígeno, el nitrógeno, medicamentos o paquetes quirúrgicos, equipos médicos, así como los ingresos propios, los condicionamientos de los proveedores y proveedores fantasmas
o técnicos reparado- res sin domicilio
fiscal, entre otros.
(4) Todo esto repercute en los costos del sistema, servicio o establecimiento de salud e incrementa el gasto de bolsillo de los usuarios
de menores recursos económicos.
El temor del personal profesional de salud y el administrativo es importante discutirlo y aliviar
para evitar la parálisis administrativa que conlleva verse involucrado o ser cómplice de un error, una negligencia o un proceso
administrativo o penal, que nadie desea; de allí que el monitoreo y evaluación constantes son muy necesarios. Debe quedar bien establecida la responsabilidad de las autoridades del gobierno central, del MINSA,
directivos de los servicios de salud así como de los dirigentes del personal profesional de salud como de los trabajadores o administrativos, quienes no deben ser “ciegos,
sordos ni mudos”
ante los hechos
de corrupción o negligencia ya que ello lleva a ser cómplices, no éticos,
deshonestos y sin transparencia.
Es algo casi generalizado cuando se señala que la mayoría de países
sufren de corrupción. (5) Y, hace bien la Dra. García en indicar que la corrupción en salud afecta a las poblaciones en riesgo o vulnerables, que a su ingreso a un establecimiento de salud para atenderse podrían estar ex- puestos o predispuestos a un riesgo
mayor en un sistema de salud o un servicio
o establecimiento donde
reina la corrupción, por lo que es obligatorio no ignorarla.
Finalmente, así como señalamos en varios foros
que educación sin salud
ni ética no es educación, podemos decir que salud sin educación ni ética, tampoco
es salud.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1.
García PJ. Lecture: Corruption in global health:
the open secret. The
Lancet/The Academic Medical Sciences. Published
Online November 27, 2019 https://doi.org/10.1016/ S0140-6736(19)32527-9 www. thelancet.com
http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(19)32527-9
2.
Hutchinson, E., Balabanova, D., McKee, M. We Need to Talk About Corruption in Health Systems. International Journal
of Health Policy and Management, 2019; 8(4): 191-194.
doi: 10.15171/ijhpm.2018.123.
3.
Mendez VH. Valores, ética pública y sus instrumentos: del consejo platónico al comité bioético. Revista de Administración Pública 144. 2017; LII(3):137-146.
4.
Witvliet MI, Kunst AE, Arah OA, Stronks K. Sick regimes and sick people: a multilevel investigation of the population health con sequences
of perceived national
corruption. Trop Med Int Health. 2013 Oct;18(10):1240-7. doi: 10.1111/tmi.12177.
5.
Transparency. How corruption weakens democracy. 2019. https:// www.transparency.org/news/feature/cpi_2018_global_ analysis