EDITORIAL
La salud en el Perú en tiempos
del coronavirus: A reflexionar.
Health in Peru in the time of coronavirus: To reflect.
Jesus Lorenzo Chirinos-Cáceres 1
1 Médico internista.
Decano, Facultad de Salud Pública. Universidad Peruana Cayetano Heredia.
https://doi.org/10.36393/spmi.v33i1.504
Es premonitorio el haber tomado interés previamente en la descripción de
cómo la corrupción afecta el sistema de salud y los demás sistemas en el Perú y
el mundo, tema que nos lleva a reflexionar lo que está ocurriendo en el sistema
de salud y sus efectos en otros sistemas en estos tiempos del coronavirus
COVID-19 (SARS-CoV-2). 1,2 Este es un tipo de virus ARN mutado y que
pasó, aparentemente, de murciélago a humanos y que nos ha ocasionado más daño
de lo que nosotros ocasionamos en la naturaleza.3 A la fecha se
tiene mas de un millón de casos y mas
de 58 000 fallecidos en el mundo.4
El inicio de la pandemia ocurrió en China, en los meses finales del año
2019, y nuestra visión de lo global estuvo escotomizada,
lo veíamos de manera lejana en espacio y tiempo, cuando debimos pensar que todo
estaba mas cerca de lo que creíamos. El brote se
extendió rápidamente en Wuhan por la contagiosidad del virus. Cada persona
infectada contagiaba a 2 ó 3 personas, lo cual debía
hacernos pensar en una curva de contagio exponencial. Sin embargo, al señalarse
inicialmente que sus efectos eran leves en la mayoría (80 a 85% de los
contagiados), con complicacines en el 10 a 15%,
siendo de gravedad en solo el 5%, parecía no ser de mucha importancia. Aquí lo
importante de resaltar es el crecimiento exponencial y la virulencia, para lo
cual hay modelos matemáticos que lo explican y predicen. 5
De pronto, en Wuhan se dieron cuenta que su sistema de salud iba a
colapsar si seguía avanzando la epidemia, por lo que indicaron distanciamiento
social, lo cual ya no fue suficiente y pusieron a todo Wuhan en cuarentena y
aislamiento social, y ya todos sabemos lo que pasó luego allí y en toda China.
Y, China llegó a controlar la epidemia, según lo que informan. 6
La globalizacón permitió un crecimiento rápido
de las condiciones económicas de los países e incrementó la movilidad social a
moderadas y grandes distancias, por el gran movimiento de bienes y servicios a
nivel global, así como las comunicaciones. Estas han permitido mantenernos al
tanto de lo que ocurría en los diversos países con la entonces epidemia y ahora
pandemia; sin embargo, continuábamos viendola como
una situación lejana. Conocido es lo que ha ocurrido en países de ingresos
altos como Italia primero, luego España y Estados Unidos de Norteamérica, que
se encontraban con afectados por debajo de China, y que en el momento actual lo
han superado en número de casos y de fallecidos. Estados Unidos ha pasado al
primer lugar e Italia se ha declarado en fase 4 de la pandemia. Actualmente,
194 países están involucrados. Aquí debo detenerme para señalar que estos
países indicaban que sus sistemas de salud ocupaban puestos de primera línea en
el mundo, pero la indiferencia y la soberbia, así como la falta de educación
sanitaria (o en salud) e higiene en la población, los llevó a esas situaciones
y a establecerse en ellos la pandemia. Esas situaciones son muy serias y de
gran sufrimiento para la población en general y para los más vulnerables, en
particular los varones mayores de 50 años, fumadores o con comorbilidad
(hipertensión arterial, EPOC, diabetes mellitus, etc.). 4
En el Perú, parece que las epidemias no nos enseñaron mucho. A pesar de
los grandes esfuerzos realizados por nuestro sistema de salud, fragmentado,
precario y con muy poca inversión, se pudo controlar una epidemia como la del
cólera, donde estuvimos orgullosos de tener una mortalidad muy baja y el
desarrollo de medios de rehidratación y cambios en la atención primaria que
permitieron además establecer las unidades de rehidratación oral en las
comunidades hasta la atención compleja con rehidratación parenteral oportuna y
hemodiálisis pronta en los casos de insificiencia
renal aguda. A partir de esa experiencia, los hechos nos llevaron a pensar en
la universalización de la salud de manera progresiva, manteniendo fragmentado y
precario el sistema de salud, y en un estado de corrupción a todo nivel que se
prolongó hasta la actualidad.
Por otro lado, como veíamos la situación actual de manera lejana, no
permitió evaluar y preparar nuestro sistema de salud de acuerdo a las
experiencias dadas desde el momento en que se inició la pandemia, por estar mas absortos en los problemas de
la política nacional y de las empresas inmersas en situaciones de corrupción.
El tiempo que tuvimos pudo habernos llevado a reflexionar lo que ocurría en los
países en mejor situación económica y de sistema de salud que afrontaban la
epidemia. Por ejemplo, debimos integrar el sistema fragmentado para enfrentar
la epidemia, ya que este virus afecta a todos por igual. Se debió coordinar
para un trabajo conjunto entre el sector público y privado, así como con EsSalud y las Fuerzas Armadas; visualizar las necesidades
de protección del personal de salud así como la implementación oportuna de las
pruebas diagnósticas definitivas y complementarias; y, de equipos de acuerdo a
los mayores efectos de la epidemia como camas hospitalarias y cuidados
intensivos con equipos de respiración asistida.7 También, el uso de medicamentos,
como antivirales e inmunomoduladores y plasma de
convaleciente, que se han venido probando empíricamente sin mucha reserva, y
con los cuales ya se están iniciando ensayos clínicos.
En cuanto a la población, educación sanitaria e higiene desde el inicio
de la epidemia, con los pasos a seguir de acuerdo a las experiencias en China y
otros países, las que debimos aprender con el cólera, SARS o MERS. Desde las
más simples como lavarse las manos continuamente, no tocarse la cara,
distanciamiento social, usar mascarilla y guantes, hasta las más complejas como
cuarentena y aislamiento en vivienda (para casos leves y contactos sin
cumplirse) y social, hasta llegar al toque de queda y el “pico y placa” por
sexo, para lograr aplicarle dos “martillazos” a la curva evolutiva de contagio,
de acuerdo a las fases de la epidemia. Pero, para ello se requiere un buen
sistema de comunicación social a nivel local, regional y nacional, de lo que
nuestros medios de comunicación masiva carecen. Tambén
es importante que la población tome conciencia de lo serio del problema, aún cuando carezcan de educación sanitaria.
Felizmente, como decíamos mientras estudiábamos medicina, o cuando ya éramos
médicos, que “Dios es peruano” o que “Aquí vive Dios”, ante situaciones
especiales que podían escaparse de nuestras manos y lográbamos revertir con
iniciativa, creatividad e innovación de nuestros profesionales de la salud. Se
ha logrado mantener la situación algo estable, a pesar de faltar pruebas
diagnósticas, se ha acondicionado espacios para personas contagiadas con
síntomas leves, pero hay escasez de implementos de protección y equipos
necesarios.
Desde la detección del primer caso de COVID-19, el 6 de marzo, se han
ido estableciendo medidas a nivel del sistema de salud y poblacional. Es así
que, luego de 28 días de iniciado nuestro drama, podemos decir que se ha
yugulado en parte la epidemia. ¿Cómo? Siguiendo los pasos a nivel poblacional:
lavarse las manos, distanciamiento y aislamento (en
vivienda y social) por la gran movilidad de personas que existe dadas las
condiciones de trabajo tanto formal como informal y los medios de transporte
masivos que se disminuyeron, así como el cierre del aeropuerto. Luego, estableciendo
la emergencia sanitaria nacional, la cuarentena y cierre de fronteras en el
país y el toque de queda al inicio de la noche, ampliado en algunas regiones,
aunque con algún retraso, pero todavía a tiempo, lo que se refleja no en el
número de casos en las 21 regiones comprometidas al 2 de abril, que llega a
1595 casos, contando con muy pocos profesionales de la salud, luego de 17 334
pruebas realizadas, que son pocas, sino en el número de hospitalizados (243
casos), los internados en unidades de cuidados intensivos con ventilación
mecánica (72 casos), y los decesos en número de 61, que terminaron solos y
cremados), lo que nos pone en el mundo en el segundo lugar de logros en corto
tiempo. Sin embargo, vienen tiempos muy difíciles para nuestro sistema de
salud, de educación, agroalimentario y económico, en general. Un simple virus
nos ha confinado y está ayudando al planeta a recuperarse, con un costo humano,
social y económico muy grande. Roguemos que la vacuna salga pronto y que Dios
nos proteja.
Finalmente, nuestro agradecimiento más profundo a nuestros profesionales
de salud, y personal de salud en general, que a pesar de las condiciones vienen
enfrentando la pandemia con altura. Esperemos que luego de este episodio
difícil, el sistema de salud entre en reestructuración verdadera y que las
condiciones de trabajo estén dentro de las normas técnicas nacionales e
internacionales y los aspectos éticos, y que la corrupción sancionada, en
especial en el tiempo de emergencia nacional, con todo el rigor de la ley.
REFERENCIAS BIBBLIORÁFICAS
1. García PJ. Corruption in global health: the open secret. Lancet. 2019 Dec 7;394(10214):2119-2124. doi: 10.1016/S0140-6736(19)32527-9. Epub 2019 Nov 27.
2.
Chirinos-Cáceres,
J L. Editorial. La corrupción en el sector salud: ¿A quién afecta? Rev Soc Peru Med Interna.
2019;32(4): 125-126. https://
doi.org/10.36393/spmi.v32i4.489
3.
Sociedad
Argentina de Medicina (SAM) y Foro de Medicina Clínica Argentina (FMC).
Recomendaciones para la asistencia integral de los pacientescon
infecciones potenciales por COVID-19, desde los cuidados prehospitlarios
a la atención en Emergencia y en pacientes hospitalizados. 01 de abril 2020; p
6.
4.
Zhao X, Zhang B, Li
P, Ma C, Gu J, Hou P, et al. Incidence, clinical
characteristics and prognostic factor of patients with CVID-19: a systematic
review and meta-analysis. Preprint MedRxiv DOI: https:/ doi.org/10.1101/2020.03.1720037572
5. Apoyo Consultoría. Predicción de casos confirmados del COVID-19 en el Perú. Informe al 31 de marzo. Lima, Banco Central de Reserva del Perú; 2020. pp:2-12.
6. Chen S, Zhang Z,Yang J,Wang J, Zhai X, BärnighausenT, et al. Fangcang shelter hospitals: a novel concept for responding to public health emergencies. The Lancet. URL disponible en: https://doi.org/10.1016/ S0140-6736(20)30744-3
7. Wölfel R, Coorman V, Wolfgang G, Seilmaier M, Zange S, Müller M, et al. Virological assessment of hospitalized patients with COVID-2019. Nature. URL disponible en: https://doi.org/10.1038/ s41586-020-2196-x(2020)
Citación
Chirinos-Cáceres JL. COVID-19: La salud en el Perú en tiempos del coronavirus: A reflexionar. Rev Soc Peru Med Interna. 2019;33(1):10-11. https://doi.org/10.36393/spmi.v33i1.504