Las enfermedades crónicas no transmisibles en el Perú y su relación con la altitud
DOI:
https://doi.org/10.36393/spmi.v23i2.423Palabras clave:
Enfermedad crónica, No transmisible, Diabetes mellitus, Dislipidemia, Obesidad, Hipertensión arterial, PrevalenciaResumen
Objetivo. Conocer la prevalencia de las enfermedades crónicas no transmisibles en relación con los diferentes niveles de altitud. Material y métodos. El estudio se hizo en 4 192 personas mayores de 20 años, de ambos sexos. Se estratificó al país en tres niveles de altitud: nivel I, por debajo de 1 000 msnm (n = 2 425); nivel II, de 1 000 a 2 999 msnm (n = 808) y nivel III, más de 3 000 msnm (n = 959). Las categorías nutricionales se definieron utilizando el índice de masa corporal (IMC) y el patrón de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con los siguientes criterios diagnósticos: de 20 a 24,9 kg/m2; de 25 a 29,9 kg/m2 y de 30 kg/m2 a más, para definir normalidad, sobrepeso y obesidad, respectivamente; y la de James W, Ferro-Luzzi y Waterloo de 18,4 a 19,9 y menos de 18,4 kg/m2 , para identificar bajo peso y deficiencia crónica
energética, respectivamente. Los criterios para definir anormalidad en los indicadores bioquímicos fueron: colesterol total ≥ 200 mg/dL; triglicéridos ≥ 150 mg/dL, colesterol-HDL (C-HDL) < 40 mg/dL para varones y < 50 mg/dL en mujeres y colesterol-LDL (C-LDL) ≥ 160 mg/dL y glicemia ≥ 126 mg/dL. Para definir hipertensión arterial sistólica (HAS) se consideró un valor de ≥ 140 mmHg y para la diastólica (HAD), un valor ≥ 90 mmHg. Resultados. La prevalencia de sobrepeso fue de 36,3% (nivel I) a 25,3% (nivel III) y la obesidad de 17,5% a 8,5% para los mismos niveles. El porcentaje de personas de nivel I y de nivel III con hiperglicemias por encima de 100, 110 y 126 mg/dL, fueron de 6,9% a 3,6%; de 3,8% a 1,8% y 2,9% a 0,9%, respectivamente. Las alteraciones de los lípidos fueron: colesterol total de 18,9% a 14,6%; C-HDL varones de 17,9% a 17,2%; C-HDL mujeres de 45,7% a 40,3%; C-LDL de 4,4% a 2,1%; y, los triglicéridos de 35,1% a 26,1%. La HAS fue de 9,8% a 3,9% y la HAD de 8,3% a 8,6%, siempre comparando el nivel I con el III. La diferencia del valor promedio para cada una de las variables estudiadas fue estadísticamente significativa (p < 0,001), a excepción de la HAD, para los mismos niveles mencionados. Conclusión. Independientemente de las prevalencias encontradas, todas ellas tienden a disminuir conforme aumenta la altitud, a excepción de la hipertensión arterial diastólica, por lo que las personas que viven a grandes altitudes presentarían menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles.